El tiempo en la acuarela

Cuando estas pintando a la acuarela, hay un momento que se detiene el tiempo, inicias un proceso de relax, disfrute y el color en el pincel fluye. Esta sensación se produce cuando has asimilado una técnica, en este caso la acuarela y te permites disfrutarla.

La relatividad del tiempo en una actividad artística se manifiesta de diversas maneras, dependiendo de la percepción del artista y del espectador. En la creación de una obra, el tiempo puede parecer dilatarse; cada trazo y cada color pueden llevar horas, minutos o incluso segundos en la mente del creador. La atención plena al proceso artístico permite que el tiempo se sienta fluido y etéreo, donde lo que importa es el aquí y el ahora.

Por otro lado, para el espectador, el tiempo también puede adquirir una nueva dimensión. Al contemplar una obra de arte, una persona puede perder la noción del tiempo, sumergiéndose en las emociones y las historias que transmite la pieza. Cada elemento en la obra puede evocar recuerdos, sentimientos y pensamientos, haciendo que el tiempo se detenga o se expanda en función de la conexión personal que se establezca. En este sentido, la actividad artística se convierte en un puente entre dos experiencias temporales: la de quien crea y la de quien observa.

Proceso creativo estampado en acuarela de la Colección Egipto

Proceso creativo color de fondo y ritmo visual en los elementos